miércoles, 4 de noviembre de 2015

CORONA METAL Y PORCELANA.
La corona es la parte visible en la boca. El cuello es la parte más estrecha, también se llega a ver cuando hay retracción gingival. Y la raíz es todo lo demás que se sumerge en el hueso del Maxilar, tapizado por fuera por la encía.
Si la raíz se estropea, hay que extraer la pieza y poner una raíz nueva, el implante dental.
Si se estropea la corona, se puede restaurar con composites de mil maneras (empaste blanco). Pero cuando la destrucción es muy grave, por una o varias caries grandes o por fractura, la solución es fabrica una Corona nueva; y la mejor es la de porcelana sobre metal.




CORONAS EN ZIRCONIO.
Uno de los más importantes avances en el campo de la Odontología consiste en la utilización del zirconio para realizar tanto coronas sobre raíces naturales o sobre implantes como estructuras completas en las rehabilitaciones fijas sobre implantes.
El zirconio nos permite sustituir muy ventajosamente las aleaciones de metal y cerámica que hasta hace poco tiempo eran el único sistema empleado en este tipo de rehabilitaciones.

La sustitución del metal en las estructuras nos permite ofrecer al paciente una mayor biocompatibilidad de la prótesis, que será mejor tolerada por la encía, así como evitar el riesgo de alergias a metales en personas predispuestas.
Otro factor importante para recomendar la prótesis cerámica en zirconio es sin duda la estética. Al tratarse de un material blanco y translúcido nos permite realizar prótesis de aspecto aún más natural y luminoso. Por otro lado, al carecer de estructura metálica bajo la cerámica, nunca se verán bordes grises en el caso que la encía se retraiga con el paso del tiempo.